Comenzar una reforma es algo que a todos se nos plantea al menos una vez en la vida, forma parte del proceso de la vida y como tal es fundamental que tengamos ciertos conceptos primordiales aprendidos antes de llevarla a cabo.
Existen licencias de muchos tipos y según la reforma necesitaremos una u otra. El cometido de este post te ayudará a conocer el proceso de cada una de ellas para que no tengas problemas en el futuro. Ya que una sanción por reformar sin licencia oscila entre el 2% del valor de la reforma, o en ocasiones el derribo de la misma.
¿Por qué necesito una licencia para llevar a cabo una reforma?
Primero de todo, las licencias garantizan la integridad de la edificación y la seguridad del propio personal involucrado en el proceso de reforma. Además de para que se cumplan las normativas vigentes estipuladas.
¿Dónde tramitamos estas licencias?
Dependerá, por supuesto, del tipo de obra a realizar. Existen dos tipos de obras, que son obras menores y mayores (las cuales atenderemos más adelante). Las licencias de obra menor son más inmediatas y no requieren de la aprobación de un profesional adecuado o arquitecto, estas pueden ser obtenidas a través del departamento de urbanismo o desde la página web de tu ayuntamiento.
Para la licencia de obra mayor necesitaremos un plano cartográfico, plano de situación y de edificación entre otros. Aquí el proceso es más complejo por lo que tendrás que pagar a un arquitecto para que sea él quien se encargue de visar los documentos en el colegio de arquitectos que corresponda.
¿Qué tipo de obras necesitan una comunicación previa?
Una cosa debe quedar clara y es que no es lo mismo pedir una licencia a pedir un permiso de obra. En las reformas que no necesitamos pedir permiso de obra son las que no afectan al mantenimiento del espacio a reformar. Hablamos de pintar las paredes de tu casa, cambiar los interruptores o lijar los suelos.
Si este no es tu caso sí que debes avisar al ayuntamiento, ya que afecta a estructura y este tipo de documento contempla la seguridad, gestión de residuos y maquinaria. Cambiar suelos, ventanas, pintura de fachada u obras exteriores.
Tipos de licencias
Una vez conocido qué debemos pedir, a quién y cuándo pedir ciertos permisos podemos centrarnos en los distintos tipos de licencias según el tipo de obra que vayas a realizar. Tenemos claro que si la reforma no afecta a la estructura y no necesita supervisión profesional podemos llevarla a cabo sin una licencia municipal. Pero, ¿qué ocurra cuándo si precisamos de una?
Licencias de reforma de obra menor
Como ya hemos mencionado, estas obras no afectan a la estructura del espacio a reformar. Pero sí que requerirán de un acto comunicado (informar al ayuntamiento nuestro interés de realizar obras de pequeña envergadura que no precisen de un proyecto técnico.
Licencias de reforma de obra mayor
A diferencia de las de obra menor, aquí sí estaríamos hablando de cambios estructurales y por tanto el permiso de un supervisor especialista que gestione estos cambios. Las solicitudes de licencia de obra son analizadas por cada ayuntamiento y, antes de entregar el permiso, determinan su categoría y validez.
Los técnicos que se requiere para la construcción de una vivienda unifamiliar son un arquitecto técnico o aparejador, un arquitecto, un constructor y un coordinador de seguridad y salud.
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