¿Qué me dirías si te digo que hacer una inversión en aislamiento térmico te va a salir barato a la larga en la factura de la luz? El aislamiento térmico reduce las pérdidas de calor y las filtraciones en invierno. La rehabilitación de la fachada aumentará la vida útil de tu hogar, la protegerá de agentes externos y preservará el calor. Lo cual representa un provecho máximo del consumo energético, pero ya hablaremos más adelante de esto en detalle.
El nivel de reforma de una casa dependerá, en todo caso, de:
- Estructura. Soporta la casa y la fija al terreno.
- Cerramientos exteriores. Superficies que protegen el volumen interior del edificio.
- Compartimentaciones interiores. División compartimentada de las estancias.
- Tipo de casa en función de su entorno. Si son aisladas, pareadas o adosadas.
- Revestimientos. Materiales que recubren suelos, techos y paredes.
- Instalaciones. Redes que abastecen la casa de agua, electricidad o calefacción.
- Urbanización. Conjunto de elementos que se instalan alrededor de la casa.
- Eficiencia energética. Cantidad de energía calorífica que pierda.
¿Qué ventajas nos ofrece el aislamiento térmico?
Reduce la factura energética. Podemos ahorrarnos desde un 25% hasta un 30% en el consumo energético del hogar, ya que reducimos las pérdidas de calor. Un aislamiento adecuado puede suponer un ahorro de entre un 40% y un 60% si hablamos de cubiertas y fachadas. Supone, además, un decrecimiento en el impacto medioambiental.
Cuida el medio ambiente. Podemos ayudar a reducir la emisión de gases de efecto invernadero y de CO utilizando menos el acondicionador autónomo y aprovechando el calor de nuestro propio hogar.
Ofrece un bienestar mayor. Gracias a la conservación y optimización del calor lograremos un mejor confort dentro de casa. Una buena rehabilitación supone un aislamiento térmico, acústico, ignífugo e impermeable.
Ayudas públicas a favor de la rehabilitación energética. Existen ayudas gestionadas por una entidad pública llamada IDAE (Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía) que asisten en el coste de proyectos y en la gestión y desarrollo de programas de ayudas públicas.
Gran parte de los edificios que habitamos llevan de pie mucho más tiempo del que podemos creer. Por lo que es muy probable que sus aislamientos sean deficientes y el ahorro energético sea escaso, de ahí la importancia de este asunto.
Elegir ventanas de calidad y optimizadas
Elegir la ventana aislante que vamos a instalar en casa no es como ir a la frutería a comprar, pues no todas cumplen con los requisitos de máximo rendimiento energético que buscamos o se adaptan a nuestras necesidades.
Pongamos un ejemplo; Si elegimos una ventana con acristalamiento triple y con transmitancia térmica (es la medición del calor fluyendo a través de dos superficies de distintas temperaturas) no nos estaremos haciendo un favor.
Las diferencias entre unas buenas ventanas a las mejores son las siguientes:
- Material de fabricación y grosor. Si bien el PVC es el más estandarizado, pero no el único, existen otros como la madera, aluminio, cristal, acero o una combinación de todos.
- Buen nivel de hermeticidad. Invertir en una ventana con un buen nivel de hermeticidad aumentará el coste, pero también una mayor calidad aportará hermeticidad y aislamiento térmico. Las ventanas de apertura abatible son más herméticas que las ventanas correderas.
- Vidrio. El doble acristalamiento es una buena opción, siempre que las condiciones sean las óptimas, para garantizar el éxito del aislamiento térmico. No olvidemos tener en cuenta la transmisión luminosa y la transmitancia térmica.
Desde Grupo Asisde esperamos que te hayan servido estos consejos y recuerda que puedes ponerte en contacto con nosotros para pedir presupuesto o dejar que nuestros expertos te asesoren.