La instalación de suelos es un proceso bastante más simple de lo que muchos piensan, pero se puede volver un proceso bastante tedioso si no se dispone del material adecuado para cortar y empujar las lamas. ¿Te atreverías a intentarlo? La idea de este post es que después de leerlo seas capaz, no sólo de hacerlo tú mismo, sino de entender la diferencia entre suelo laminado y tarima flotante. Así podrás adaptarte a las necesidades de tu hogar y a la economía de tu bolsillo.
¿Cuáles son sus diferencias?
Catalogamos sus diferencias a través de:
Materiales. Los suelos laminados están formados por varias capas o láminas de distintos materiales. Varias capas de melamina prensadas forman la capa superior transparente y resistente a la humedad, arañazos y manchas, su relieve simula un acabado de madera impecable. Debajo de esta hay fibras de alta intensidad duraderas y capas de refuerzo que protegen al suelo laminado de la humedad.
Las tarimas flotantes son suelos de parqué con instalación flotante, con la diferencia que estos no van pegados al suelo, usan el mismo método de instalación que los suelos laminados. Este sí es un suelo de madera con capa superior de grosor mínimo de 2 centímetros y medio.
Económica. Debido a que uno es madera real y el otro es material sintético, el precio de ambos suelos tendrá una diferencia a tener en cuenta. La elección siempre debe ser personal, y aunque garantizamos un acabado armónico en ambos casos, existen ventajas y desventajas a tener en cuenta.
Ventajas y desventajas. Las tarimas flotantes consiguen un gran acabado y tacto por la naturaleza del material de madera, pero son más blandos que los suelos laminados, por lo que acaban por desgastarse y rayarse con mayor facilidad, además de un mayor gasto en el precio.
Los suelos laminados son más resistentes, resisten al agua y en la mayoría de los casos son ignífugos, apenas requieren mantenimiento y son más económicos. Suele ser la opción más planteada a la hora de la instalación de suelos en viviendas y comercios.
Materiales y pasos para la instalación de suelos laminados y tarimas flotantes
No existen grandes diferencias en su metodología, los pasos son los mismos tanto para suelos laminados como para tarimas flotantes. Los materiales necesarios son los siguientes:
- Suelo laminado en clic. Con el sistema laminado de clic las lamas encajan entre sí por presión, sin necesidad de adhesivo. Empezar colocando el macho a la pared.
- Rodapié a juego. También llamada “plinto”, es una pieza colocada en la base de los tabiques y muros como elemento estético. Embelleciendo así la habitación.
- Perfil de aluminio. Son subproductos normalmente usados para propósitos estructurales.
- Aislante de látex. Material aislante acústico similar al caucho reciclado, reduce el ruido de transmisión y reverberación. Es colocado debajo de las lamas, antes de su instalación.
- Cinta antihumedad de sellado. Cinta adhesiva de PVC antihumedad.
- Kit de cuñas. Sirven para dejar un espacio de 1cm de dilatación entre la pared y la lama.
- Martillo y tiralamas de metal. Para empujar las lamas de los bordes de la habitación con el martillo.
- Flexómetro. También llamado “metro”. Mediremos así las lamas que irán a la pared, recuerda dejar ese centímetro entre la lama y la pared al cortar.
- Serrucho y sierra de calar. Cortaremos las lamas cuando sea necesario.
- Clips de fijación a la pared. Para fijar el rodapié a la pared.
- Taladro y broca de 5 milímetros.
- Protección personal. Guantes de trabajo y gafas.
Desde Grupo Asisde esperamos que te hayan servido estos consejos y recuerda que puedes ponerte en contacto con nosotros para pedir presupuesto o dejar que nuestros expertos te asesoren.